Admiro a las marcas que tienen comunidades fuertes. Realmente creo que una auténtica comunidad de seguidores incondicionales es el gran poder de una marca. También reconozco que construir esa comunidad es extremadamente difícil y son muy pocos los que logran hacerlo de manera exitosa.
He estado en marketing por casi una década, y definitivamente puedo decirte que no hay mejor markeitng que el que puede hacer una comunidad por la marca que aman.
No importa si estamos creando una marca en web 2 o en web 3, si puedes crear una comunidad que se vuelva loca por lo que estás construyendo, ya ganaste el 80% de la batalla.
Hoy quiero contar la historia de una marca que me fascina, que ha aprovechado el poder de la comunidad como ninguna otra, vamos a hablar de Harley Davidson. La cual cuenta con un ejército de fanáticos leales a su lado. Esta comunidad es tan fiel que su compromiso dura toda la vida, ¡incluso algunos de ellos llegan a tatuarse el logo de la marca en su piel!
Pero lo más interesante es que esto no siempre ha sido así, ha sido un camino difícil para llegar a este punto.
Los primeros días:
En 1903, Harley Davidson nació de la visión y determinación de dos hermanos, Arthur y Walter Davidson, junto con su amigo William Harley. Su avance inicial llegó con la ingeniosa idea de montar un motor a una motocicleta estándar. No pasó mucho tiempo antes de que su primer prototipo viera la luz.
En 1906, emergió la primera fábrica de Harley-Davidson en Milwaukee, produciendo alrededor de 50 motos ese año. La compañía fue oficialmente incorporada en 1907. La importancia de las motocicletas Harley Davidson se extendió rápidamente, ya que se convirtieron en el medio de transporte elegido por el Servicio Postal de los Estados Unidos, el ejército e incluso los departamentos de policía durante la década de 1950.
Los Desafíos:
A pesar de su éxito inicial, Harley Davidson enfrentó un período tumultuoso a finales de la década de 1960. La marca literalmente se encontró al borde de la quiebra, lo que eventualmente llevó a su adquisición por parte de AMF (American Machine and Foundry). Desafortunadamente, la falta de experiencia de AMF en la industria de las motocicletas y las medidas de reducción de costos afectaron significativamente la reputación de la marca, permitiendo que competidores extranjeros como Yamaha y Honda ganaran popularidad con su calidad superior y precios más bajos.
En 1981, un grupo de 13 inversionistas, incluido Willie G. Davidson, uno de los nietos de los cofundadores, compró Harley Davidson a AMF por $80 millones de dólares. La reputación de la marca estaba muy dañada, ventas en declive y empleados desmoralizados, los nuevos dueños estaban decididos en revertir la situación de la empresa.
Revitalizando la marca:
Los nuevos propietarios reconocieron la necesidad de una reestructuración completa y decidieron centrarse en dos aspectos clave: mejorar la calidad de sus motocicletas y abrazar la herencia de la marca. Para mejorar la calidad, externalizaron ciertas piezas a fabricantes extranjeros, restaurando gradualmente la reputación de Harley Davidson por producir motos de alta calidad.
En lugar de perseguir a la competencia, la marca decidió mantenerse fiel a sus raíces. Comenzaron a diseñar motocicletas que se asemejaban a sus modelos anteriores a AMF, conectando con los sentimientos nostálgicos de su devota comunidad. Este cambio estratégico marcó el comienzo de una nueva era, con la filosofía comunitaria en el centro de todo lo que hacían.
La comunidad como el corazón:
Harley Davidson comprendió que lo que realmente diferenciaba a una marca no eran solo sus productos, sino la comunidad que la rodeaba. En 1983, lanzaron el Harley Owner’s Group (HOG), una iniciativa para conocer a sus clientes y construir relaciones duraderas con ellos. Esta estrategia de comunidad no se limitó solo al departamento de marketing, sino que se convirtió en el pilar fundamental de la compañía.
La pasión, la libertad y el espíritu de comunidad:
La exitosa estrategia de Harley Davidson ha llevado a la marca a trascender más allá de las motocicletas. Se ha convertido en un ícono que representa algo mucho más importante: la pasión, la libertad y el espíritu de comunidad. Harley Davidson promueve no solo un producto de consumo, sino un estilo de vida. En la mente de las personas, Harley Davidson representa uno de los deseos más profundos: la libertad. La libertad de alejarse de los valores y la norma establecida, la libertad de viajar a cualquier lugar en cualquier momento, ¡la libertad de espíritu!
Además, la marca fomenta el individualismo, permitiendo que cada persona sea auténtica sin importar su estatus, ingresos, trabajo, raza, etc. La “hermandad” de los motociclistas se une por un ethos compartido y la pasión por el estilo de vida de Harley Davidson. Comparten el camino, el viento y el espíritu libre.
Un legado duradero:
En la actualidad, Harley Davidson cuenta con aproximadamente 1.5 millones de propietarios registrados de motocicletas en todo el mundo. La mayoría de estos individuos son fanáticos ue nunca se han sentido tentados a explorar otras opciones. Su lealtad es de por vida. De hecho, la afiliación a la marca es tan profunda que muchos fanáticos llevan tatuajes del logotipo de Harley Davidson en sus cuerpos. La marca ha llevado esto a otro nivel al establecer salones de tatuajes dentro de algunos de sus concesionarios.
El viaje de Harley Davidson ejemplifica el poder extraordinario de la comunidad en la construcción de una marca. Al centrarse en la calidad, honrar su herencia y cultivar una conexión genuina con sus clientes, lograron transformar su marca en un fenómeno cultural. Estudiar marcas como esta y su historia nos recuerda el valor inmenso que yace detrás de cada marca exitosa: una comunidad unida por un ethos compartido y alimentada por una pasión inquebrantable.
Cualquier marca se puede beneficiar de esto, especialmente si estás construyendo una marca en web 3.
Estas son las 8 cosas que tenemos que aprender de Harley Davidson para crear una comunidad lean, unida.
1. Conéctate con tus raíces:
Honra la historia y el legado de tu marca. Identifica los aspectos distintivos de tu marca y resáltalos para generar una conexión emocional con tu comunidad.
2. Calidad sobre todo:
Nunca escatimes en la calidad de tus productos. Los clientes aprecian la calidad y estarán dispuestos a formar parte de una comunidad que se enorgullece de ello.
3. Escucha y aprende de tus clientes:
Establece canales de comunicación efectivos y valora las opiniones de tu comunidad. Esto te permitirá adaptar tu marca a sus expectativas y fortalecer los lazos.
4. Construye una comunidad auténtica:
No se trata solo de vender productos, sino de crear un sentido de pertenencia. Encuentra valores o pasiones compartidas que puedan unir a tu comunidad en torno a algo más grande que tu producto.
5. Empodera a tu comunidad:
Haz que tus seguidores se sientan parte fundamental de tu marca. Permíteles ser ellos mismos y celebra su participación activa en la comunidad.
6. Construye relaciones duraderas:
No se trata solo de transacciones comerciales, sino de forjar relaciones a largo plazo. Encuentra formas de mantener a tus clientes comprometidos y satisfechos a lo largo del tiempo.
7. Aprovecha la pasión de tu comunidad:
Identifica la pasión central que une a tu comunidad y utilízala como base para crear experiencias y eventos. Ofréceles oportunidades para vivirla y compartirla juntos.
8. Permite que tu comunidad lidere:
Escucha las ideas de tus seguidores y dales un papel activo en el desarrollo de la comunidad y la toma de decisiones.
ÚNETE A MIS NEWSLETTERS
Dale clic a la imagen, escribo sobre Web 3 e Inteligencia Artificial.
