Hola, soy Jorge Pérez.
A los 14 años me mudé de la Ciudad de México a Estados Unidos.
Nuevo país, nuevo idioma, nuevas reglas. Pero, sobre todo, una nueva perspectiva.
Ahí entendí que adaptarse no basta — hay que diseñar tu propio camino.
Esa filosofía sigue siendo mi brújula.
Descubrí que ver el mundo diferente no era una desventaja, era mi mayor fortaleza.
Siempre tuve una mente inquieta, saltando de idea en idea. Durante años pensé que era “el diferente”, hasta que llegó un diagnóstico: Trastorno por Déficit de Atención (TDA).
Mientras otros lo veían como un obstáculo, yo decidí convertirlo en mi ventaja competitiva.
No compré la narrativa social. Entrené mi mente para detectar oportunidades donde nadie mira, conectar ideas que parecen imposibles y ejecutar sin miedo a romper esquemas.
Por eso, cuando creo negocios, no replico fórmulas viejas.
Estoy obsesionado con reinventar cómo se hacen las cosas.
Creo que los negocios no deberían existir solo para extraer valor, sino para multiplicarlo.
Cada proyecto que lanzo es una declaración: los negocios pueden ser una herramienta para aportar, construir ecosistemas y generar impacto real en personas, comunidades y mercados.
Soy un emprendedor híbrido.
Un emprendedor híbrido no se limita a un solo rol.
Es estratega, creativo y ejecutor.
Diseña ideas, sistemas y comunidades que desafían lo establecido y crean impacto real.
No sigue caminos. Los diseña.
No elegí entre ser creativo o el lado estratégico/operacional.
Soy el tipo de fundador que entiende la visión, domina la operación, explora tecnología, diseña sistemas y conecta estrategia con propósito.
Esa capacidad de moverme entre mundos me ha permitido construir un portafolio que va desde agencias y eCommerce, hasta medios digitales y automatizaciones con IA.
He trabajado en campañas millonarias para marcas como F1, Disney, Adidas y Pepsi, entre otras. Pero mi verdadera obsesión está en crear sistemas y marcas con propósito.