// 003
Todos quieren libertad. Pero pocos saben dónde empieza.
Spoiler: Es con una idea.
Y si naciste en un lugar donde esa idea no existe, estás atrapado sin saberlo.
Yo también estuve ahí.
Pensando que solo había un camino.
El de tener un jefe.
El de trabajar duro para construir el sueño de alguien más.
Pero aquí está lo loco…
Todo cambió cuando crucé una frontera.
Nací en México.
A los 14 años, me mudé a Estados Unidos sin saber que ese cambio geográfico iba a romper mi mapa mental por completo.
Al llegar, un simple concepto lo cambio todo: ”Emprendimiento”
No era nada inspirador. Era un modelo mental impregnado en la cultura de este país.
Puede que ahorita escuchar de emprendimiento sea normal.
Pero en mi familia nadie tiene empresas. Todos son empleados.
Cuando tenía 14 nadie me dijo que había otra opción.
La burbuja en la que vivía exploto y comencé a cuestionar todo.
¿Y si el sistema no es el único sistema?
¿Y si puedes construir algo desde cero que no solo te beneficie, sino que también eleve a otros?
Aquí es donde entra mi misión.
Estoy construyendo un portafolio de empresas.
Pero no con la mentalidad de extraer.
Si no de multiplicar.
De ganar con otros, no a costa de otros.
Y si estás leyendo esto, probablemente también sientes que hay algo más para ti.
Algo que nadie te enseñó, pero que dentro de ti sabes que puedes alcanzar.
Todo empieza con algo tan simple como hacerte las preguntas correctas.
No necesitas renunciar mañana, ni lanzar una empresa de la nada.
Solo necesitas cambiar tu forma de pensar:
➥¿Este camino lo elegí yo o alguien más lo trazó por mí?
➥¿Estoy construyendo algo que me pertenece o solo cumpliendo con lo que se espera?
➥¿Qué pasaría si dejo de buscar seguridad y empiezo a buscar propósito?
La libertad no llega de golpe.
Llega el día que decides dejar de aceptar las reglas sin preguntar.
Ese es el verdadero primer paso:
Atreverte a pensar diferente, aunque incomode.
Una vez que haces eso, las opciones que antes no veías… aparecen solas.
